Redacción El Profesional del Siglo XXI

 

El aprendizaje constante y el desarrollo de habilidades son factores críticos de éxito para personas de todas las edades, sectores y regiones.

 

El panorama de las habilidades está cambiando rápidamente como resultado de perturbaciones externas. Para ser relevante, uno debe mantenerse al día con las necesidades de habilidades en evolución. El desarrollo de habilidades debe abordarse desde todos los ángulos. Para elaborar, uno debe centrarse en las habilidades requeridas para el presente y el futuro, como áreas técnicas, de comportamiento y tecnológicas emergentes, y emplear varias técnicas.

 

La democratización del aprendizaje, que comenzó hace una década con la aparición de numerosos portales de aprendizaje digital, ha permitido que las personas aprendan cuando y donde quieran y, les ha permitido ser dueños de su aprendizaje. Las habilidades que seguirán siendo relevantes son: Conocimiento de tecnologías nuevas/emergentes. La epidemia aumentó la necesidad de poseer y dominar estas habilidades. Las habilidades específicas dentro de cada uno siempre están evolucionando, y especialmente en un área como la nueva tecnología, una gran cantidad de nuevos talentos se están introduciendo constantemente.

 

Hay que seleccionar lo que es importante para ellos en función de sus circunstancias personales y profesionales, así como de sus objetivos personales y profesionales. Se tiene tendencia a eliminar habilidades relacionadas con ciertos dominios; uno debe hacer un esfuerzo para determinar cuáles son probablemente tales talentos para su propio área. Es un procedimiento de habilidad que se puede aplicar a cualquier habilidad.

 

Igualmente el micro-aprendizaje se ha convertido en la norma y muchas personas carecen de paciencia para el aprendizaje profundo. Los lectores pueden recordar la idea del aprendiz moderno, que destaca su breve capacidad de atención y su atracción por el aprendizaje micro y móvil. El micro-aprendizaje no siempre da como resultado una habilidad profunda, y terminamos siendo expertos en todos los oficios y maestros en ninguno. Es hora de que las empresas, y especialmente las personas, den prioridad a las habilidades profundas.

 

Tanto las empresas como las personas deben tener muy claro qué áreas requieren habilidades profundas y cómo pretenden proceder a su aprendizaje, es muy importante. Para evitar convertirse en un esfuerzo académico, se deben seleccionar cuidadosamente las áreas en las que se va a profundizar. Es fundamental seleccionar talentos que beneficiarán los roles presentes y futuros de cada uno. Se debe seleccionar un área que tenga posibilidades de aplicación en la propia ubicación. Por ejemplo, en el clima actual, la toma de decisiones basada en datos es un talento de liderazgo clave.

 

En definitiva, no nos quedemos en el aprendizaje superficial. Debemos analizar que cuestiones son claves en la evolución de cada puesto de trabajo y trabajar a fondo su aprendizaje y práctica.