Los directivos de RRHH nos estamos preparando para implementar aumentos de compensación mayores de lo habitual en 2023, impulsados por una convergencia de variables, incluido el aumento de la inflación y las expectativas cambiantes de los empleados. La tendencia hacia una mayor compensación está siendo impulsada por el aumento de la inflación, así como por las guerras de talentos. Los aumentos en los salarios están siendo impulsados no solo por uno, sino por los dos factores en 2023.

 

Durante el año pasado, la inflación se disparó, lo que obligó a los trabajadores a pagar más por alimentos, gasolina, vivienda, atención médica y otros gastos. Según el índice de costo de vida más reciente, la inflación aumentó a máximos de 40 años atrás.

 

A pesar de esto, los costos siguen golpeando duramente a los empleados, lo que ha provocado que su confianza financiera se desplome.

 

Numerosas empresas están reaccionando ante este en sus plantillas. Según un estudio de El Profesional del S.XXI, el 59% de los ejecutivos tienen la intención de cambiar el salario como resultado de una inflación significativa. La cuestión es el “¿cómo?”, pues no siempre será con incremento directo del montante salarial.

 

Además, un mercado laboral ajustado hace que sea aún más crucial que las empresas reconsideren la compensación y los beneficios para no solo atraer a los trabajadores a sus filas sino también persuadirlos para que se queden.

 

Según nuestro estudio, más del 50% de las empresas en España, quieren mejorar sus paquetes de salud y beneficios el próximo año en un esfuerzo por reclutar y retener al mejor personal. Se pretende generar planes para mejorar los beneficios familiares, un mejor acceso a la atención médica privada y a una atención médica privada más económica, además de paquetes de bienestar o salud financiera.

 

Toda inversión en las distintas variables, tendrá resultado positivo en un momento tan complicado.