Redacción El Profesional del Siglo XXI

 

Qué tiempos aquellos, cuando en las entrevistas de trabajo relatábamos nuestra extensa lista de títulos, obtenidos después de largos años de estudio. Ahora el examen es sobre ti mismo, sobre tus soft skills.

 

Todo evoluciona muy rápidamente y por supuesto las entrevistas también se han adaptado a los tiempos, ya no se trata de valorar el curriculum por el número de títulos, sino de integrarlo todo, tanto las habilidades como las competencias. Las empresas no quieren solo títulos, quieren personas que desarrollen con capacidad los conocimientos adquiridos con estos títulos.

 

Cuando hablamos de soft skills también llamadas habilidades blandas nos referimos a un conjunto de atributos personales y habilidades interpersonales que nos permiten interactuar de manera efectiva con otros, comunicar ideas con claridad, trabajar en colaboración y resolver problemas.

 

También las conocemos como habilidades interpersonales, habilidades sociales o inteligencia emocional. Abarcan una amplia gama de habilidades, que incluyen comunicación, trabajo en equipo, adaptabilidad, resolución de problemas, pensamiento crítico, creatividad, liderazgo, gestión del tiempo y resolución de conflictos.

 

Estas habilidades a menudo las consideramos esenciales para el éxito, tanto en contextos personales como profesionales, ya que nos ayudan a construir relaciones positivas, manejar el estrés y controlar situaciones desafiantes con gracia y facilidad.

 

Valorar las soft skills es una tarea complicada y subjetiva. Los autores del estudio de Harvard Business Review proponen antes de empezar una entrevista, evaluar de forma imparcial con unas sencillas pruebas las soft skills de los posibles candidatos.

 

Sin embargo, las hard skills son conocimientos específicos relacionados con un trabajo en particular, nuestros famosos títulos. Son esenciales para realizar ciertas tareas, pero son las soft skills las que diferencian a las personas más exitosas en un campo determinado. Son habilidades técnicas específicas o basadas en el conocimiento que se aprenden a través de la capacitación, la educación o la práctica y, por lo general, son medibles y cuantificables.

 

A menudo están relacionados con un trabajo e incluyen habilidades como programación, contabilidad, análisis de datos, gestión de proyectos, diseño gráfico y muchas más. Estas habilidades se pueden adquirir a través de la educación formal o la capacitación en el trabajo y, a menudo, se consideran necesarias para tener éxito en un campo en particular. Se enumeran en los cv y en las ofertas de trabajo para indicar las competencias técnicas o funcionales específicas requeridas para un rol en particular.

 

Se pueden enseñar y evaluar de manera objetiva, ya que normalmente implican tareas o habilidades concretas. Suelen ser más importantes en ciertos campos, como STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas) y atención médica, donde la competencia técnica es crucial.

 

Mientras las hard skills se pueden desarrollar y mejorar con el tiempo a través de la práctica y el aprendizaje continuo, las soft skills son habilidades innatas, nuestro sello personal con el que dejamos huella en cada tarea diaria. Lo que realmente nos hace diferentes y únicos.