Un objetivo importante para promover un entorno de trabajo saludable y productivo es liberar a los empleados de la necesidad de aprobación social.

Crear un lugar donde los empleados se sientan cómodos compartiendo sus pensamientos, preocupaciones y opiniones sin miedo a recibir críticas o juicios negativos. Valora la diversidad de puntos de vista y fomenta la retroalimentación sincera. Es importante establecer metas y expectativas claras para que todos los empleados sepan qué se espera de ellos. Esto reduce la incertidumbre y la necesidad de buscar la aprobación de los demás constantemente.

Ofrecer, por ejemplo, comentarios específicos y regulares sobre el desempeño de los empleados, influye mucho. Esto los ayuda a mejorar y ganar confianza en su trabajo, reduciendo la necesidad de buscar aprobación constante. También es clave, darles la libertad de tomar decisiones y asumir responsabilidades en función de sus funciones. La autonomía aumenta la confianza en uno mismo y reduce la dependencia de los demás.

Evidentemente, proporcionar oportunidades para el desarrollo y el crecimiento de las habilidades, siempre es positivo. Los empleados, es menos probable que busquen aprobación social constante cuando sienten que están mejorando y avanzando en sus carreras. Igual de efectivo es reconocer y elogiar los éxitos individuales y colectivos. Esto hace que los empleados se sientan más seguros de sí mismos y se sientan más valorados por lo que hacen.

Promover el valor del bienestar emocional y el equilibrio entre la vida personal y el trabajo, será una ventaja competitiva a la hora del “engagement”. Los colaboradores que se cuidan a sí mismos tienen menos probabilidades de buscar validación social constante. Crear un entorno donde se valoren y respeten las diferencias fomenta la autenticidad y reduce la presión de encajar en un molde específico. Si es necesario, es muy importante ayudar a tu equipo a lidiar con la necesidad de aprobación social ofreciendo recursos como capacitación en habilidades sociales, asesoramiento o programas de bienestar emocional.

La liberación de los empleados de la necesidad de aprobación social es un proceso continuo que requiere un liderazgo consciente y empático, pero es determinante para una buena productividad y una cultura colaborativa.